
Después de varias tormentas….que venga ya la calma!
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Nutricionista Col. IB00219. Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad. Nutricionista Deportiva y Triatleta. Colaboradora CEPC Madrid.
¿Te has encontrado en la situación de que tu hijo/a solo quiera comer ciertos alimentos y eviten o rechacen otros?. Generando de esta manera una alimentación monótona y limitada, llegando en mayor gravedad, a ingerir uno o dos tipos de alimentos, por ejemplo, comer repetitivamente carne con patatas, galletas y leche, pizza… y rechazar por norma el resto de los alimentos.
Este comportamiento se denomina trastorno evitativo restrictivo de la ingesta alimentaria o síndrome del comedor selectivo. Forma parte de los llamados trastornos de alimentación en la infancia, y generalmente el rechazo alimentario se da por el desagrado de determinadas texturas, formas, colores, tamaños y olores. Pero curiosamente, las personas que padecen este trastorno no rechazan los alimentos por su sabor.
Este síndrome puede manifestarse como rebelión entre el cuidador/a y el niño/a, a la vez, también puede ser el detonante de problemas relacionados con otros comportamientos como la ansiedad, evitación social, impulsividad, inadaptación al cambio, falta de atención…entre otros. La población infantil y adolescente, sobre todo los niños/as es el colectivo que más sufre está conducta.
Para evitar el rechazo, y de manera preventiva a este tipo de trastorno alimentario, debemos intentar introducir de manera correcta y progresiva los alimentos en función de su evolución, es decir, de su tolerancia progresiva. Aprovecharemos pues la predisposición y el desconocimiento alimentario de sabores en el niño/a.
Una manera muy divertida, dinámica y que establece una correcta relación con la comida es el baby-led weaning es un método para introducir la alimentación complementaria que consiste en que el propio lactante a partir de los 6 meses de vida y en función de su desarrollo neurológico, se lleva a la boca alimentos enteros utilizando sus manos, en lugar de recibirlos triturados y con una cuchara. Al niño/a se le deja comer por si solo teniendo un papel activo y colaborando en el qué (tipo de alimento), cuánto y el ritmo en las comidas.
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Los datos ponen los pelos de punta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.000 millones de personas en el mundo viven