¿Cómo se manifiesta el estrés en los niños/as?
La situación de aislamiento en casa en la que nos encontramos debido al brote por COVID-19, puede suponer para los niños/as un malestar psicológico y emocional, al igual que para los adultos. No obstante, la forma de manifestarse el estrés en la infancia tiene algunas particularidades. Durante estos días pueden mostrarse:
- Más ansiosos
- Más irritables
- Más apegados
- Más infantiles
- Más exigentes
En estos momentos, como padres, es imprescindible mantener una actitud serena y comprensiva, de disponibilidad, sin realizar juicios y entendiendo que son momentos difíciles para todos. Podemos:
- Crear un espacio para escuchar sus preocupaciones. Si estas trabajando, intenta planificar dicho espacio a lo largo del día.
- Ser comprensivos y flexibles. Mantener la calma e intentar no recurrir al castigo, sino buscar de forma conjunta, soluciones/ alternativas a la dificultad presentada.
- Reforzar su esfuerzo, sus puntos fuertes y ayudarles con sus debilidades.
- Darles espacio para que puedan expresar sus emociones. Aprovechando su creatividad, podemos animarles a que nos realicen un dibujo, una manualidad o incluso que puedan crear y contarnos una historia.
La situación de contagio de uno de los padres, hermano/a, familiar cercano, amigo de clase…puede generar en los niños/as niveles elevados de incertidumbre y nerviosismo. En estos momentos es importante no mentir y explicar la situación utilizando un lenguaje apropiado para su edad. Podemos adelantarnos con la pregunta, ¿que te preocupa de lo que le pasa a …? En la medida de lo posible, nos aseguraremos de que haya algún tipo de contacto con dicho familiar, amigo/a, por ejemplo, a través del teléfono o videollamada.
La importancia de las rutinas
Es imprescindible mantener una rutina diaria y horarios en la medida de lo posible. Podemos:
- Elaborar de forma conjunta un horario semanal que sea visible por todos los miembros de la casa. Mantener unos horarios para acostarse y levantarse.
- Mantener una rutina de vestido diario (no estar con el pijama todo el día) y también de higiene (ducha) como parte del autocuidado del niño/a y también como prevención ante el contagio.
- Realizar una rutina de ejercicio físico adaptado al espacio en casa. Podemos compartir con ellos una tabla de yoga, estiramientos, gimnasia suave…
- Compartir alguna actividad familiar: juegos de mesa, cocinar juntos, ver una película…
¿Cómo les informo?
Algo que angustia a cualquier padre es el momento de dar información acerca de lo que está pasando. Para informarles tendremos en cuenta los siguientes aspectos:
- Que la información sea ajustada a su edad.
- Consultaremos fuentes oficiales para informarnos primero (Ministerio de Sanidad, Educación…).
- Podremos informarles sobre los síntomas frecuentes y asociarlo con cosas que conozcan (síntomas de la gripe, resfriado…).
- Les transmitiremos seguridad mediante mensajes tranquilizadores (“hay muchos médicos que están trabajando mucho para encontrar una medicina/ vacuna pronto”, “hay mucha gente que se cura”…).
- Evitaremos la sobreinformación. Hay que protegerles de los bulos en redes sociales y evitar que vean mucho los informativos.
¿Cuándo tengo que pedir ayuda?
Hay conductas que, en el caso de que aparezcan, no podemos normalizar y requerirán de una intervención.
- Verbalizaciones de no querer vivir.
- Conductas autolesivas (cortes, golpes…).
- Comportamientos peligrosos para los demás miembros de la familia.
- Disminución importante del apetito y la ingesta.
- Ejercicio físico o conductas de lavado compulsivas.
- Pensamientos extraños o alucinaciones.
En estos casos será imprescindible ponerse en contacto con especialistas (pediatra, psicólogo clínico, psiquiatra) y pedir ayuda.
Adaptado Servicio Canario de Salud, Marzo 2020