Nutrición Infanto-Juvenil

La nutrición a lo largo de la etapa de desarrollo infantil es fundamental para garantizar una buena prevención de futuras enfermedades, un buen rendimiento educativo, social y psicológico.

En la actualidad, la tasa de obesidad infantil ha aumentado exponencialmente, las consecuencias de esto son niños y niñas con diabetes, riesgo de enfermedades tempranas (cardiovasculares), la creación de tejido graso irreversible, dependencia a la comida, trastornos del comportamiento alimentario, elevado nivel de inflamación y alteración en la microbiota… Son factores que se pueden arrastrar a la vida adulta y generar patologías futuras.

Es controvertido, pero el hecho de padecer obesidad no significa que la alimentación cubra los requerimientos necesarios, con esto queremos decir, que sabemos que la mayoría de los niños con obesidad presentan malnutrición (carencia o exceso de vitaminas o minerales) y/o desnutrición proteica (falta de proteína).

Esto se debe a múltiples factores, como el ambiente, la genética (epigenética, es decir,  influencias ambientales en los genes), la situación económica, las nuevas tecnologías, la inactividad deportiva y la venta de “alimentos especiales” para la infancia. Es sorprendente la cantidad de alimentos que podemos encontrar destinados a los niños/as llenos de colores, dibujos, de sabores peculiares y de pobre interés nutricional.

Y podemos preguntarnos, ¿por qué existen alimentos especiales para la infancia?, ¿un niño/a no puede comer como un adulto/a? Sabemos que el consumo de grandes cantidades de ciertos alimentos no es muy recomendable ni saludable, sobre todo, si están compuesto por unas cantidades elevadas de azúcares y grasas, está combinación nos va a aportar un placer inmediato, es decir, una recompensa cerebral equivalente al consumo de sustancias adictivas. Esto le llevará a querer repetir la experiencia continuamente. Es por ello que el consejo nutricional vaya destinado a poder comer de todo en la medida adecuada.   

Los niños y niñas cuando nacen desconocen la gran mayoría de los sabores, así que aprovechando este momento se les puede educar su paladar introduciendo también frutas y verduras. Evidentemente, algunos alimentos en su primera toma de contacto van a ser rechazados, pero como cualquier adulto/a, a veces en una primera vez no nos agrada algo, y hay que dar una segunda oportunidad. En esa segunda oportunidad, no hace falta que lo decoremos con azúcares añadidos, ni con productos destinados a los niños/as, ya que nuestro objetivo es que lleve una alimentación saludable. Si el rechazo continúa, hay una gran variedad de alimentos y otras fuentes de nutrientes que aún están por conocer.

Es importante que cuando coman mantengan la atención en la comida, que no haya una distracción visual como puede ser la televisión o los móviles. Es recomendable que realicen las ingestas acompañados de los demás componentes de la familia y que sean conscientes de lo que comen. El momento de la comida es también un acto de comunicación y relación.

Por todos estos motivos es fundamental una educación nutricional destinada a los padres y familiares para que puedan compartirla con sus hijos/as. Hay una gran oferta nutricional, y en ocasiones, elegir la opción adecuada es complejo.

Desde CEPC Madrid, en breve os ofreceremos un nuevo servicio especializado en Nutrición y Dietética centrada en población infanto- juvenil y con una especial atención a los trastornos de la conducta alimentaria.

 

Irati Matas Tur. Nutricionista Col. IB00219. Especializada en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad. Nutricionista Deportiva y Triatleta. Colaboradora CEPC Madrid. 

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