
Después de varias tormentas….que venga ya la calma!
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
En ocasiones podemos pensar que los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades que únicamente puede padecer el género femenino. Esto no es así ya que las enfermedades mentales, en las que se incluyen los TCA, no entienden de género.
Es cierto que encontramos más casos de TCA en mujeres que en hombres (proporción de 9:1), aunque también hay que detallar que todas las pruebas de diagnóstico y criterios están orientadas al género femenino. Por ejemplo, uno de los criterios de la anorexia nerviosa es la ausencia de la menstruación, criterio imposible que puedan desarrollar los varones (McArdle, 2016).
En los varones que padecen un TCA encontramos un comportamiento diferente al de las mujeres. Suelen emplean el ejercicio físico como método compensatorio, acompañado de una dieta restrictiva con episodios de atracones. No suelen buscar un cuerpo extremadamente delgado, si no un bajo porcentaje de grasa, y un aumento de la masa muscular (Byrne, 2002).
Estos son algunos de los comportamientos más característicos, pero no quiere decir que sean los únicos. También, hay muchos cuadros clínicos parciales, es decir, aquellos que no cumplen todos los criterios para ser diagnosticado como un trastorno alimentario con todos sus síntomas y signos, pero sí que realizan comportamientos que tienen el mismo riesgo. Un ejemplo claro, es que cada fin de semana se realicen comidas con alta densidad calórica y unas cantidades abundantes, y a veces con un posterior ayuno, en este caso probablemente podríamos hablar de una clínica relacionada con un trastorno por atracones parcial.
Podemos encontrarnos una gran representación de TCA en varones en deportes estéticos (culturistas) y en aquellos donde el peso es un elemento fundamental (ciclismo, lucha, triatlón, atletismo…). Entre sus características clínicas, se desarrollan comportamientos de riesgo para llegar al objetivo de peso o corporal que ponen en peligro el rendimiento del deportista, la salud del individuo, y lo más preocupante es que se consideran “normales” o imprescindibles para la práctica deportiva en sí (Kristjánsdóttir, 2019).
Irati Matas Tur. Nutricionista Col. IB00219. Especializada en Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad. Nutricionista Deportiva y Triatleta. Colaboradora CEPC Madrid.
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Los datos ponen los pelos de punta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.000 millones de personas en el mundo viven