
Después de varias tormentas….que venga ya la calma!
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica
Infancia y Adolescencia
Los trastornos alimentarios son enfermedades poco fiables. Puedes empezar a ver el mundo ya fuera de los grises, e incluso acariciar los colores, y de repente, zas… retrocedes todo lo ganado. Tampoco vamos a ser pesimistas, pero hay que, observar la realidad para poder luchar contra estas recaídas, y la verdad es que se dan más de lo que se desea.
Son enfermedades complejas que a menudo requieren un tiempo considerable para el tratamiento y la recuperación. Este proceso es un camino de altibajos cuya duración varía de una persona a otra, y entre otros factores, es importante el tiempo que haya convivido el paciente con la enfermedad. Se cree que entre el 20-30% de los pacientes con un TCA, recaen alguna vez después del tratamiento.
¿Cómo prevenir una recaída en un trastorno de la alimentación?
Lo importante es saber detectarlo a tiempo para ponerle solución. Quiero señalar que no toda dificultad en el tratamiento, ni todo retroceso en la mejoría obtenida, se puede considerar una recaída. Los pacientes pueden haberse recuperado de sus síntomas en un medio muy protegido por sus familias, en el que no se ha dado ninguna situación de estrés. Y cuando cambia esta situación y surge estrés, los comportamientos poco propicios para la recuperación resurgen y se inicia la vuelta atrás.
Cuando el afectado evoluciona favorablemente, ya no vomita, mejora su alimentación, su día a día se normaliza, recupera un peso y funcionamiento físico adecuado, rinde mejor en sus quehaceres y encuentra alegría y deseo de hacer cosas y de relacionarse, es momento de celebración. Pero mantengamos siempre los ojos bien abiertos. Puede suceder algo inesperado y la recuperación se frena, la situación se encalla o retrocede. Y es entonces cuando aparece la tan indeseable recaída.
¿Qué factores pueden desencadenar una recaída?
La recaída en un trastorno alimentario sucede cuando una persona en recuperación vuelve a tener comportamientos desordenados de alimentación como restringir grupos de alimentos o reducir porciones, volver a los angustiosos atracones, compensar vomitando, tomar laxantes o hacer más deporte para perder peso. También influyen, el tener pensamientos negativos, obsesivos y depresivos relacionados con su cuerpo, peso o aspecto corporal.
Uno de los peores enemigos de estos trastornos es la distorsión de la imagen que muchos de los pacientes tienen de sí mismos. Por ejemplo, suben de peso y empiezan a verse más gordos, tienen dificultades para seguir usando la misma ropa porque ganan alguna talla. Y lo peor: los infortunados comentarios de gente que no te ve desde hace tiempo y que te dice que estás mejor, más guapa, un poco más rellenita. Seguramente son bien intencionados, pero están lejos de ser inteligentes y adecuados.
Las personas con TCA podrían asustarse y afligirse, y volver a comer menos, a hacer mucho ejercicio físico, e intentar perder peso para reducir su ansiedad y volver a verse delgadas. Aunque eso suponga una recaída. Estos pacientes no contralan esas situaciones, ni el daño que se hacen.
También pueden tomar parte momentos vitales que de por sí ya son estresantes. Como cambiarte de casa, de ciudad, de colegio, instituto, trabajo. Y traumas como la muerte de un familiar querido. O un desengaño amoroso. Problemas de alguno de los padres, o de los dos, o con los amigos. Otras simplemente, hechos simples que no son capaces de afrontar y superar.
Hay también épocas difíciles como el verano y las vacaciones, en las que hay que enseñar más el cuerpo; o las Navidades, donde se enfrentan de lleno a unas celebraciones repletas de comida.
La ausencia de seguimiento por parte de profesionales también puede provocar una recaída. Ya que detectamos síntomas y cambios que otros no los ven a simple vista. Las recaídas en un TCA no son ninguna muestra de debilidad de la persona. Cuanto antes se detectan, antes se reactiva todo lo aprendido en terapia para afrontarlos y se busca lo que hay detrás del malestar, ansiedad o tristeza. Se aplican todas las herramientas que se aprendieron en terapia y nos centramos en que se vuelvan a sentir fuertes y con una mayor autoestima.
La recuperación definitiva de un trastorno alimentario puede ser real y definitiva, pero es, a veces, un camino pedregoso. ¡Ánimo, se consigue!
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Los datos ponen los pelos de punta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.000 millones de personas en el mundo viven