
Después de varias tormentas….que venga ya la calma!
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica
Infancia y Adolescencia
Esta terrible conjunción de alcoholismo y anorexia afecta a jóvenes y adolescentes obsesionados por su figura. Afecta sobre todo a chicas entre 16 y 24 años, más propensas a los trastornos alimenticios. Además, sus hígados necesitan menos alcohol que los chicos para deteriorarse: con un 60 % menos pueden sufrir las mismas cardiopatías relacionadas con la bebida que los varones. La “drunkorexia”, una nueva tendencia que consiste en no comer para compensar las calorías que aporta el consumo de alcohol.
Todavía no es un fenómeno clínico, pero es un comportamiento que se observa entre jóvenes. Sabiendo que van a salir y beber alcohol y conociendo el aporte calórico que esto supone, dejan de comer o toman lo esencial. De esta forma creen que sustituyen así las calorías que aportan las bebidas alcohólicas.
Los expertos aún no saben hasta dónde puede llegar este nuevo fenómeno y no lo tienen cuantificado, pero sí que hablan de que identificarlo es el paso previo a catalogar la ‘drunkorexia‘ como un trastorno psicológico relacionado con la alimentación. Se trata de una patología propia de personas que tienen más de un trastorno psicológico, y habitualmente viene acompañada de síntomas de anorexia que empeoran por este consumo excesivo de alcohol.
Si no comes para poder ingerir alcohol, este alcohol es mucho más perjudicial para tu salud. Según nutricionistas consultados si nos basamos solo en calorías estamos haciendo un daño al cuerpo que no es necesario y además no se hacen dietas equilibradas, porque hay calorías que nos nutren y otras que no.
Hay que tener en cuenta que la pandemia ha tenido influencia en trastornos mentales como la anorexia y que la población más desfavorecida ha empeorado su alimentación, algo que repercute en este nuevo fenómeno. El confinamiento disminuyó en un primer momento el consumo de alcohol, pero ahora se observa, en grandes ciudades principalmente, un cambio en el patrón de consumo. Antes del Covid19 ya existían los botellones, pero no eran tan mayoritarios como ahora.
La “drunkorexia” no produce un aumento del consumo de alcohol entre los jóvenes, que se mantiene estable, aunque lo que preocupa es el modo en el que se bebe, en forma de atracones que tienen como consecuencia comas etílicos, problemas de conducción o peleas. La edad media de inicio de consumo de alcohol ronda los 14 años y, según algunos estudios, un 24% de los jóvenes hace un consumo de alcohol de riesgo.
La mejor estrategia para abordar estos trastornos como la “drunkorexia” es siempre la prevención y hacer más difícil el acceso al alcohol a los más jóvenes. Además, sería muy beneficioso contar en los centros educativos con personas capaces de detectar este tipo de procesos y de informarles de este tipo de prácticas tan nocivas para la salud. Y mucho peor para los jóvenes, que están en pleno proceso de desarrollo y que pueden acarrear secuelas difíciles de superar o que, incluso, se conviertan en crónicas. Desde nuestra consulta, tenemos experiencia en asistir a colegios, institutos y universidades para ayudar a los jóvenes y a sus docentes para que puedan detectar estas malas prácticas y puedan ayudarles a conectar con profesionales que les atiendan.
Atracarse de alcohol es un problema que afecta sobre todo a los adolescentes y jóvenes, que beben alcohol para conseguir la aceptación de los demás y se sienten obligados a mantenerse delgados por la misma razón: en nuestra sociedad, y especialmente en esas edades, la obesidad es vista como una debilidad personal que descalifica a quien la padece y lleva a la marginación. Tenemos que insistir en romper con la dictadura del canon de belleza que vivimos en la actualidad. Se ha de lucha para conseguir una mejor salud y bienestar físico. Pero nada, más la belleza está en la variedad, y gracias a esta, los gustos son diferentes. No todos queremos lo mismo. Reflexionar. Hay que quererse y estar lo más sanos posibles. Y de esta forma podremos afrontar nuestras vidas de una forma muy diferente y más acorde con la realidad. Una realidad que nos ofrece una maravillosa diversidad.
Vamos a empezar el 2023 con los deseos de que este sea el año de la calma, de la reflexión, de luchar por aquello que
Los datos ponen los pelos de punta. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 1.000 millones de personas en el mundo viven