Todos contra los trastornos alimentarios

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Rúdiger Muñoz Rodríguez

Rúdiger Muñoz Rodríguez

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica
Infancia y Adolescencia

Ojalá lleguen los tiempos en los que podamos dedicar los días a temas menos transcendentales. Pero de momento no es así. ¿Por qué sigue siendo necesario este día mundial de la acción por los TCA? Porque tenemos que seguir dando visibilidad a estos trastornos mentales, sensibilizar a la población sobre su existencia, progresar en el acceso a la información veraz, erradicar falsos mitos, y luchar con más ahínco por lograr más recursos y cambios políticos. En la actualidad aproximadamente más de 200 organizaciones, más de 1.000 activistas y más de 50 países están trabajando con un mismo objetivo: visibilizar los trastornos de la conducta alimentaria y promover cambios en todo el mundo.

El 2 de junio se conmemora el Día Mundial de Acción por Trastornos de la Conducta Alimentaria, iniciativa creada por Academy of Eating Disorders (AED) y promueve la incorporación de los países para visibilizar el tema de trastornos alimentarios.

No debemos olvidar que los trastornos de la conducta siguen aumentando día a día. Más de 70 millones en el mundo viven con TCA diagnosticados. En España superan los 400.000. Además, la pandemia ha supuesto un incremento exponencial. Hay que subrayar que cada paciente con TCA implica que hay una red de personas sufriendo alrededor o acompañándoles, que se trata de enfermedades mentales silenciosas y que, a la vez, se silencian. Requieren una voz cada vez más audible para liberarse de tabús, mitos y juicios.

Los trastornos de la conducta alimentaria incluyen no solo características individuales tales como la capacidad para gestionar nuestros pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales, como las políticas nacionales, la protección social, el nivel de vida, las condiciones laborales o los apoyos sociales de la comunidad. Otros factores que pueden causar estos trastornos son el estrés, la herencia genética, la alimentación y la exposición a riesgos ambientales.

Las personas que padecen algún tipo de trastorno de conducta alimentaria tienen en común la dificultad de aceptarse a sí mismos y de alcanzar su madurez y pleno desarrollo. La insatisfacción corporal que les caracteriza es una muestra de una descalificación personal. Además, también se distinguen por querer tener el control de sus vidas y el rechazo o vergüenza de aceptar su problema.

En lo que respecta a los tratamientos, no existe uno en común que sobresalga a los demás. Sino que, cada persona debe tener el suyo propio poniendo énfasis en la comprensión y abordaje bio-psico-social y sociofamiliar de estos trastornos.

Estos tratamientos se deben realizar por profesionales especializados para estas enfermedades. Se requiere una ayuda multidisciplinar que abarque según necesidades las áreas de psicología, psiquiatría, y nutrición entre otros.

En el 2 de junio celebramos que la recuperación es posible y que merece la pena luchar por ella. Recalcamos que los TCA son enfermedades mentales y que estas jamás se eligen. Los trastornos de la conducta alimentaria son, con mucha frecuencia, invisibles.

Es una enfermedad de absoluta actualidad y que solo acaba de sacar la patita por la puerta. Pretendemos y luchamos para que asome todo el cuerpo. Sería nuestra gran baza para poder cambiar la tendencia al alza y comprobar que desciende mes a mes. Es absolutamente necesario acabar con ese silencio que se esconde con mucho dolor entre los que padecen un TCA. Es una batalla de largo alcance, pero de momento, cada día es más visible.

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